Sin exagerar, se me salieron las lágrimas mientras leía las noticias y veía los vídeos sobre la marcha de Raúl. En mi humilde opinión, Raúl personificó siempre todos los valores del Real Madrid.
Raúl entrenaba más que nadie y se entregaba más que nadie, y jamás se quejó ni una sola vez. Raúl siempre fue el jugador más profesional; el más íntegro; el más sacrificado; el más humilde; el más entregado; y el más responsable que ha pasado por el Real Madrid.
Estoy seguro que Raúl se fue por dos motivos: primero (y sobre todo), para no ser una carga para el club; y, segundo, porque todavía tiene mucho que dar (a pesar de lo que muchos puedan decir).
Para mí Raúl era y será siempre el simbolo por excelencia del Madrid. Tuve la suerte de ver llegar a Raúl al Madrid. Y ahora he tenido la tristeza de verlo marcharse de este club. Estoy seguro que pronto volverá. Y yo lo echaré de menos cada uno de los días hasta ese entonces.
Hasta pronto, Capitán!